Ya sea en obras metálicas, en la construcción de maquinaria, en la construcción de vehículos especiales o en astilleros: las piezas de trabajo deberían achaflanarse siempre en las juntas. Un chaflán se define como la superficie biselada del canto de una pieza de trabajo y por lo general tiene un ángulo del 45° o 30°.
Uno de los motivos principales para el achaflanado de metal, acero o acero inoxidable es la preparación de cordones de soldadura, puesto que la calidad de un cordón de soldadura es al fin y al cabo también el resultado de una buena preparación del mismo. Con la amoladora angular y el disco abrasivo adecuado, siempre especialmente diseñado para el material, es posible tratar sin problemas prácticamente cualquier tipo de acero y metales no ferrosos.
Un chaflán también suele utilizarse para facilitar el montaje posterior, es decir, para facilitar el ensamblaje de piezas de trabajo. La rotura o el redondeado de los cantos sirve principalmente para minimizar los peligros de lesiones, pero también puede realizarse por motivos estéticos.
Y en los cantos redondeados, la pintura se conserva mejor.
Con una preparación precisa de cordones de soldadura puede conseguirse una alta exactitud de dimensiones y, de este modo, alcanzarse la estabilidad necesaria del cordón de soldadura.
Con frecuencia se rompen o redondean cantos afilados por motivos de seguridad. La rebaba que se produce en el corte podría causar lesiones durante el montaje. La rebaba afilada se elimina con el desbastado o el redondeado y de este modo se evitan lesiones peligrosas por cortes.
Los discos de desbaste con una alta dureza de ligadura son buenos por su larga vida útil. Para el desbaste de cantos lo más adecuado son discos de desbaste duros. Los discos de desbaste de RHODIUS cuentan con una capa superficial especial. Esta reduce al mínimo las roturas en el borde del disco. Sin embargo, en el trabajo con el disco de desbaste no se debe ejercer demasiada presión, ya que este solo genera más calor pero no aumenta el efecto de desgaste.
Con el disco abrasivo de tipo abanico puede reducirse al mínimo la rebaba secundaria resultante. El que trabaja con discos abrasivos de tipo abanico trabaja de forma especialmente confortable. Si las láminas están lo más juntas posibles unas sobre otras, se producen menos temblores. Con un disco abrasivo de tipo abanico «recto», el ángulo de aproximación puede mantenerse estable con mucha facilidad y puede evitarse desbastar formando ondas.
Los discos de fibra tienen un rendimiento especialmente alto. Utilizando discos de fibra de circonio y cerámica se consiguen los mejores resultados en amoladoras angulares particularmente potentes con una potencia de máquina superior a 1400 Watt. Aquí resulta útil aplicar una mayor presión de apriete. En el modelo con grano cerámico, los discos de fibra son especialmente adecuados para trabajar titanio.
Es obligatorio utilizar los discos de fibra únicamente con los platos de apoyo adecuados. De este modo se consigue un trabajo seguro y efectivo. Para utilizar el disco de fibra RHODIUS KFK se recomienda utilizar un plato de apoyo Turbo. Su forma constructiva permite un trabajo agresivo al mismo tiempo que una ventilación optimizada.
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